Una tarde ventosa y tormentosa.

Hace unos días tuve la suerte de observar varias aves en vuelo: el aguilucho lagunero, el ibis morito y la garza real en una tarde de tormentas y mucho viento racheado. 

Estas tres aves son típicas de las zonas húmedas y tienen hábitos alimenticios similares. A pesar de sus diferencias morfológicas, todas ellas tienen una gran capacidad para adaptarse a las condiciones climáticas y volar con destreza.


El aguilucho lagunero es un ave rapaz de color marrón oscuro con una mancha blanca en la cabeza y en la parte superior de las alas en la zona mas cercana al cuerpo y en la cola. Tiene unas alas grandes que le permiten planear con facilidad y realizar giros rápidos. Tuve la oportunidad de observar dos de estas aves en pleno enfrentamiento en el aire.






La garza real es un ave zancuda de color gris azulado con una larga cola y un pico puntiagudo. Tiene unas alas anchas que le dan potencia y estabilidad. Su vuelo es elegante encogiendo el cuello en forma de ese, acercando la cabeza al cuerpo.







El ibis morito es un ave zancuda de color negro con reflejos verdes y morados. Tiene un pico curvo y unas patas largas que le ayudan a buscar alimento en el barro. Suelen volar en grandes grupos como se puede ver en la foto.




Esa tarde, el viento soplaba con fuerza y hacía que el cielo se llenara de nubes de tormenta. Las aves que estaban alimentándose en la laguna también sufrían el efecto del viento. Tome una foto de una espátula que merodeaba cerca, donde se puede apreciar el efecto del fuerte viento en su plumaje al ahuecar las alas, al igual que una garza real posada en la laguna.




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