Buitres Leonados en las Hoces del Duratón
El pasado domingo 28 de enero tuve, junto con mi amigo Pepe Gismero, una aventura fotográfica en las Hoces del Río Duratón en la orilla de la ermita de San Frutos y su entorno.
Después de una mañana gratificante por la sierra de Guadarrama en su vertiente segoviana, nos acercamos por la tarde cerca del crepúsculo, a las Hoces del cañón del rio Duratón con el complemento de fondo del paisaje de la Ermita de San Frutos. Un momento en el que la luz suave del atardecer realza la belleza del paisaje y proporciona un telón de fondo espectacular para la fotografía.
Con la cámara en mano, nos dispusimos a capturar la belleza de estas magnificas aves, los buitres leonados.
Fue una inmersión en el mundo de esos majestuosos guardianes de los cielos. Este área natural, conocida por sus impresionantes cañones y acantilados, es el santuario para estas aves fascinantes.
El atardecer en las Hoces del Duratón es un momento mágico. Los buitres leonados comienzan a ser más activos, planeando con elegancia sobre los riscos. La luz del sol sobre los acantilados proporciona tonos cálidos, creando un hermoso contraste con el plumaje oscuro de los buitres.
Capturar con mi cámara a estos gigantes del aire fue un reto emocionante. La paciencia es clave, esperando el momento perfecto para disparar. Cada imagen no solo mostraba la impresionante envergadura de estos buitres, sino también su elegancia y poder al planear en el aire.
La magia al oír el roce del viento en sus alas, cuando te sobrevuelan a muy corta distancia, te produce una sensación que queda grabada en tu cerebro para que puedas recordarla y volver a vivir esas sensaciones cuando revisas las fotografías.
He caminado por los acantilados de las Hoces del Duratón, muchas veces, pero esta ha sido una de las tardes mas impactantes que he disfrutado en esos parajes.
Quiero compartir con los que leáis este blog, algunas de las imágenes que tomé esa tarde y espero que las disfrutéis como yo lo he hecho.
Como bien dices fué un día redondo rematado con los vuelos de los buitres sobre nuestras cabezas y las hoces del Duratón. Nos permitieron observarlos con su vuelo sereno, fotografiarlos y escucharles cortar el viento con sus alas, qué más se puede pedir? Buenísimas fotos. Un abrazo
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